Originarios de la porción oriental de Africa, sobre las costas del Océano Indico, los Nothobranchius cuentan con muchísimos adeptos dentro de lo que es la «killifilia». Con una distribución que abarca en el Norte Sudán,en proximidad de planicies aridas del pre Sahara, hasta el sur de Mozambique, pasando por Tanzania, Kenia, Chad, Somalía, Zambia, el Género Nothobranchius se encuentra muy bien representado con la belleza que aportan las mas de 45 especies descritas hasta la actualidad.
Con 5 subfamilias o grupos, cada una de ellas con características propias, colores que van desde el rojo, pasando por el azul, amarillo, y tonos naranja, solos o combinados, sin dejar de nombrar los metalizados y una amplia gama de bandas, franjas o hasta pequeñas máculas, la belleza del género Nothobranchius es solamente comparable para muchos aficionados a los mas bellos peces del acuario marino. Con ejemplares partiendo de los 3,5-4cm, como Nothobranchius janpapi hasta los mas de 8 de Nothobranchius orthonotus, sin dejar de nombrar a sus primos, Paranothobranchius ocellatus, que con 11 cm es el máximo exponente del género.
Killis de ciclo anual por excelencia, habitan pequeñas charcas temporales, las cuales se desaparecen con la llegada de la sequía y son repobladas con alevines que nacerán en la temporada de lluvia, después de esperar los embriones en estado latente durante meses enterrados en el sustrato en lo que seguramente fue un abrevadero de animales como cebras y leones. La llegada de las lluvias y con ellas un medio favorable ,volverá a inundar las charcas formando un oasis, donde pequeños alevines empezarán a poblarlas y así comenzar nuevamente su particular ciclo. Alimentándose con pequeños crustáceos y larvas de insectos, en apenas 30 días de nacidos, empezarán a sexar; los machos tomando color y desplegando sus generosas aletas dorsales y abriendo sus opérculos intimando a sus congéneres del mismo sexo con movimientos intimidatorios, para disputarse la mayor cantidad de hembras, que por al contrario están desprovistas de color, próximas a su territorio.
Tendrán que llevar adelante su existencia de una manera muy acelerado, asegurando reproducirse antes de la llegada de la estadía seca. Unos 3 o 4 meses serán los necesarios para llevar adelante todo este fabuloso ciclo natural. Cuenta la familia Nothobranchius con el vertebrado de vida mas corta que encontramos en el Reino Animal: Nothobranchius furzeri con una escasa longevidad de 60 días, en los cuales, nace, se reproduce y muere en un abrir y cerrar de ojos. Claro, sin dejar de decirles a los lectores, que en esos 60 días pueden llegar a medir unos 6 cm!
Los Nothobranchius en nuestros acuarios:
A pesar de que en la naturaleza los Nothobranchius soportan condiciones que unen lo marginal y lo asombroso, creo que no me equivoco al decir que en los acuarios y en manos de aficionados, dan muchísimo trabajo, que es compensado a la hora de la calidad del agua es una condición fundamental a la hora de mantenerlos, sumado a un constante requerimiento de alimentación y temperatura en un rango de 22-26ºC.
Bajos nitritos, cambios regulares de agua y hasta la necesidad de los elementos que aporta la turba usada como sustrato de puesta, son tres puntos fundamentales para intentar mantenerlos y reproducirlos. Como peces de un metabolismo acelerado, necesitamos intentar mantener estas condiciones a lo largo del tiempo que podamos tenerlos en nuestros acuarios. Suministrándoles una variada dieta a base de alimento vivo, como ser daphnias, pequeños gammarus, tubifex o enquitreidos, tendremos una gran parte de la tarea bajo control, ya que me animo a decir que el factor alimentación es tan importante como la calidad de agua. No son de contraer enfermedades, salvo el Oodinium, el cual puede ser prevenido con una cuidando la sanidad del agua, quitando los restos de alimentos no consumidos y agregando un poco de sal al agua. Son peces hermosos, con un comportamiento y carácter como pocos que conozca, prolíficos y siempre bien apreciados. La posibilidad de mantener sus huevos con una grado de humedad mínima, no necesitando el medio acuoso, nos dará la posibilidad de almacenarlos en una pequeña bolsa con algo de turba y así poder mandarlos por correo a cualquier parte del mundo.
Ahora que quizá conozca el lector un poco mas de su maravillosa biología no quedará mas que conseguir una pareja o una turba y sumergirse en este singular y fascinante mundo!.
Martín Fourcade (KT30 – G.A.K.) – Buenos Aires – ARGENTINA
